Esta inmensa novela de Paul Auster, la primera tras siete años de silencio, tiene un cierto sabor a Dickens en su planteamiento social-realista, algo extraño en este mago de la palabra que tanto gusta de realizar juegos de manos en sus libros, y ya desde el comienzo, la historia queda encuadrada por su estilo conciso y el establecimiento de una genealogía sobre el protagonista, Archibald Isaac Ferguson, del que desarrollará su infancia y adolescencia en unos Estados Unidos de América convulsionados a causa de una larga guerra que no podía ganar, Vietnam.

Sin embargo, Auster no se puede contentar con seguir un hilo argumental al modo de su admirado Chales, no, y así, en vez de narrarnos la vida de Ferguson, nos cuenta sus vidas… No podía ser tan sencillo, pues al poco de aventurarnos más allá del primer capítulo, el origen de todo y común a los siguientes caminos, comenzamos a hacernos un verdadero lío e, incluso, llegamos a pensar que el bueno de Paul ya chochea, pues si en este párrafo nos habla del marido de la tía Mildred, un poco más adelante nos asegura que ella jamás se ha casado, o cuando el almacén de la familia se quema desapareciendo completamente, pero luego sufre un robo, o cuando el tío Lew se hace millonario, por un lado, pero por otro parece ser que se arruina con las apuestas en la Serie Mundial de béisbol…

¿Qué es lo que ha ocurrido?, nos preguntaremos porque no solo le ocurre a Ferguson esta especie de desdoblamiento de personalidad, sino también a todo aquellos personajes que sin importantes en su vida, y es que ya desde el comienzo el protagonista, nacido el mismo año que el propio Auster, 1947, se cuadriplica en cuatro seres que recorren caminos diferentes, cada uno con sus propias experiencias en la infancia y la adolescencia: amor, amistades, deporte, estudios… Pero eso mismo les ocurre a sus padres, Stanley y Rose Ferguson, quienes, aun conservando sus roles como identidad y profesión, ella fotógrafa y él como comerciante, tienen cuatro vidas diferentes. Incluso aquellas figuras clave en la existencia de Ferguson, sobre todo su prima Amy, o su amigo Noah, o su tía Mildred… pues todos ellos asumen diferentes papeles y características. Es decir, esta es una novela sobre cuatro personas idénticas, aunque diferentes, con el mismo nombre. ¿O quizá cuatro formas de soñar la vida de una sola persona?…

Lo que da una fuerte cohesión a toda la novela es el paisaje histórico de las décadas de los sesenta y setenta en Estados Unidos que se va desarrollando a lo largo de ella: la guerra fría, los asesinatos de JFK y Martin Luther King, la guerra de Vietnam, las revueltas universitarias del 68, los Panteras Negras, la ejecución de los Rosemberg, la matanza de May Lai, los tiroteos de Kent State… es decir, un repaso a los recuerdos de la existencia del propio Auster ante los que el autor no toma partido, dejando que sean sus personajes quienes se posicionen.

Algo curioso es la gran cantidad de muertes que se suceden, en diferentes formas y a causa de distintos motivos, en el relato, lo que puede ser debido a la percepción propia de Auster sobre la fragilidad de la vida, y varias de las experiencias vividas por él son plasmadas en este libro, como cuando siendo adolescente en un campamento de verano presenció la muerte de un niño a causa de un rayo quien, curiosamente, o no, tenía el mismo nombre que Ferguson, Archi.

Cuando vas leyendo la novela es difícil recordar qué Ferguson fue el 4, o el 3, o el 2, o el 1, quién se rompió el brazo al caer de un árbol, quién perdió dos dedos en un accidente automovilístico, quién lanzó su propio periódico cuando aún estaba en la escuela, quién tuvo relaciones sexuales el mismo día en que JFK fue asesinado, quién visitaba a una prostituta llamada Julia, quién fue seducido por un estudiante gay llamado Andy, quién se atascó en un ascensor durante un corte de energía o quién entró a ver a su abuelo mientras estaban rodando una película porno en su casa. Pero esto no tiene mucha importancia, pues a medida que vas leyendo, las tramas de te van atrapando en estas cuatro vidas tan distintas y, a la vez, tan similares y con los mismo gustos y obsesiones: el beisbol, el baloncesto, el cine, la lectura o París… y el sexo. Y es que todos estos Ferguson comparten más de lo que les separa hasta que vuelven a fusionarse en uno solo.

Aunque, al mismo tiempo, esta gruesa novela puede convertirse en cuatro más pequeñas con una introducción común gracias a las secciones numeradas, pero se perdería la extraña y atractiva, a la vez, sensación de poder movernos a través del tiempo por las existencias de los cuatro Ferguson, como un pequeño dios, o diosa, con el don de poder comparar las diferentes opciones vivenciales de una misma persona.

La novela comienza con el abuelo paterno del protagonista, un judío de Bielorrusia que emigra a los Estados Unidos a principios del siglo XX. Finalmente lo matan en un robo mientras trabaja como vigilante nocturno. Sus hijos, Stanley, Lew y Arnold Ferguson abren una tienda de electrodomésticos en Nueva Jersey. Stanley se casa con la asistente de un fotógrafo llamada Rose Adler, y en 1947, tienen un hijo al que llaman Archibald Isaac Ferguson. La narración simplemente se refiere a Archibald, el protagonista, como Ferguson. La narración comienza entonces tres líneas de tiempo alternativas de la vida de Ferguson. En el primero, sus padres viven en un apartamento en Newark, Nueva Jersey. El negocio de los hermanos fracasa después de que Arnold perpetre un robo a gran escala. En el segundo, sus padres viven en una casa en West Orange, Nueva Jersey. En el tercero, sus padres viven en una casa en Montclair, Nueva Jersey. Lew intenta cometer una estafa de seguro quemando el negocio, y Stanley muere accidentalmente. En el cuarto, viven en una casa grande en Maplewood, Nueva Jersey. Stanley dirige el negocio por sí mismo y es rico y exitoso.

En la línea de tiempo número uno, cuando Ferguson es un adolescente, comienza a salir con Amy Schnedierman, la nieta del ex empleador de Rose. En la línea de tiempo número dos, Ferguson produce su propio periódico para distribuir en la escuela, pero cesa después de ser intimidado. Muere a la edad de 13 años cuando una gran rama de un árbol cae sobre él durante una tormenta. En la tercera línea de tiempo, Ferguson y su madre se mudan a la ciudad de Nueva York después de la muerte de Stanley. Ferguson asiste a una escuela privada y Rose se convierte en fotógrafa profesional. Rose finalmente se casa con Gil Schneiderman, el tío de Amy Schneiderman. Ferguson y Amy desarrollan una relación romántica. En la línea de tiempo número cuatro, Ferguson se interesa en escribir ficción, y escribe su primera historia de ficción.

Pero vamos a dejarlo aquí para dejaros el placer de ir descubriendo los diferentes recovecos de esta magnífica novela de Paul Auster (Paul Benjamin Auster), quien nació el 3 de febrero de 1947 en Newark, Nueva Jersey, EE. UU. Tras graduarse en la Universidad de Columbia, se mudó a Francia, donde comenzó a traducir las obras de los escritores franceses y a publicar su propio trabajo en revistas estadounidenses. Ganó renombre por una serie de historias de detectives experimentales publicadas colectivamente como The New York Trilogy (1987), que comprende City of Glass (1985), sobre un novelista del crimen que se enreda en un misterio que le hace asumir varias identidades; Ghosts (1986), sobre un ojo privado conocido como Blue que está investigando a un hombre llamado Black para un cliente llamado White; y The Locked Room (1986), la historia de un autor que, mientras investiga la vida de un escritor desaparecido para una biografía, gradualmente asume la identidad de ese escritor. Otros libros que presentan a protagonistas que están obsesionados con la crónica de la vida de otra persona son las novelas Moon Palace (1989) y Leviathan (1992). La invención de la soledad (1982) es tanto una memoria sobre la muerte de su padre como una meditación sobre el acto de escribir. Auster también escribió varios volúmenes en verso, incluyendo Unearth (1974) y Wall Writing (1976), así como las colecciones de ensayos White Spaces (1980) y The Art of Hunger (1982). Otras novelas incluyen The Music of Chance (1990) y Mr. Vertigo (1994). The Book of Illusions (2002) describe la inmersión de un escritor en la obra de una oscura y silenciosa estrella de cine mientras se enfrenta a su dolor por la muerte de su esposa e hijos en un accidente aéreo. Travels in the Scriptorium (2007) se centra en un hombre no identificado cuando intenta discernir su propia identidad y cómo llegó a estar en la habitación donde se sienta, mientras recibe una serie de personajes de obras anteriores de Auster. Man in the Dark (2008) narra una noche de insomnio durante la cual se desarrolla en su mente una distópica realidad alternativa, mientras que Sunset Park (2010) se refiere a las tribulaciones de un grupo de jóvenes artistas que habitan ilegalmente en un edificio abandonado en Brooklyn. Debido a que gran parte de la ficción de Auster explora las ideas del yo, y con frecuencia presenta al autor en encarnaciones explícitas y veladas, los críticos con frecuencia especulaban sobre el grado en que empleaba elementos de la autobiografía. La biografía del protagonista de Invisible (2009), [de la cual podéis leer un Guía de Lectura aparecida en nuestro blog El Olmo Club de Lectura], por ejemplo, se asemeja mucho a la de Auster, pero el gran drama de la trama, que profundiza en el asesinato y el incesto, es claramente ficticio. Aunque expresamente no es de ficción, el Winter Journal (2012) fue escrito en segunda persona y consistía en meditaciones autorreflexivas intercaladas con enumeraciones de las experiencias, preferencias y viajes de Auster. Un volumen complementario, Report from the Interior (2013), presentó una selección ecléctica similar de anécdotas junto con análisis más profundos de algunas de sus influencias cinematográficas y una selección de cartas intercambiadas con su exesposa, la escritora Lydia Davis. Y por fín llegamos a la que nos ocupa, 4 3 2 1, que se publicó en 2017 tras siete años de silencio. Además, Auster escribió guiones para varias películas, incluyendo Smoke (1995), y escribió y dirigió las películas Lulu on the Bridge (1998) y The Inner Life of Martin Frost (2007). El hecho de haber presenciado la muerte de un amigo por un rayo cuando era adolescente, también apareció en Act of God (2009), un documental sobre los sobrevivientes de un rayo. Y por último, Here and Now: Letters 2008–2011 (2013) es una compilación de correspondencia entre Auster y el novelista sudafricano J.M. Coetzee.