En este mes de marzo de 2019, destacaremos seis aniversarios literarios que consideramos importantes: cuatro siglos del nacimiento del escritor francés Cyrano de Bergerac, un siglo de la muerte del poeta letón Fricis Barda, dos siglos de la muerte del dramaturgo alemán August von Kotzebue, un siglo del nacimiento del poeta y editor norteamericano Lawrence Ferlinghetti, un siglo del nacimiento del poeta valenciano Vicente Gaos y un siglo del nacimiento del literato francés Alain Bosquet.

06 de marzo de 1619, cuatro siglos del nacimiento de Cyrano de Bergerac, escritor francés.
Hércules Savinien Cyrano fue un escritor francés, nacido en París, murió en Sannois (Val-d’Oise), el 28 de julio de 1655. Libre pensador y poeta, firma sus escritos con nombres imaginarios que luego hace suyos, como el “de Bergerac, que une a su nombre, cuando se une a los Cadetes de Gascogne, por unos terrenos que poseía su familia en el valle de Chevreuse, en la comuna de Saint-Forget (Yvelines).
Durante su carrera militar fue célebre tanto por su valor como por su arrogancia, lo cual le llevó a batirse en múltiples duelos; rebelde y libertino, tenía el don de reírse de todo, principalmente de sí mismo y, sobre todo, de su enorme nariz, sin embargo, fue un indomable conquistador gracias a su facilidad de palabra y a su don de gentes, teniendo una buena colección de amantes de ambos sexos.
Contemporáneo de Boileau y de Molière, es mundialmente conocido por la obra de Edmond Rostand, Cyrano de Bergerac (1897), aunque durante el siglo XVII fue un autor bastante importante en Francia, muy discutido y, a la vez, apreciado, tocando casi todos los géneros y ciencias, llegando a ser considerado por Fulcanelli “el filósofo hermético más grande de los tiempos modernos”.
Sus obras más importantes son: Le pédant joué (1654) y L’autre monde, que dividió en dos partes: Historie comique des États et empires de la Lune (1657) y Historie comique des États et empires du Soleil (1662), que pueden ser consideradas las primeras novelas de ciencia ficción.
Murió con tan solo treinta y seis años, pero no de una estocada en el corazón, como siempre había soñado, sino a causa de un madero que le cayó encima por accidente en la calle.
Seguidamente os dejamos algunos pensamientos de este autor:
- “Un hombre honesto no es ni francés, ni alemán, ni español, es Ciudadano del Mundo, y su patria está en todas partes.”
- “Un pesimista es un hombre que cuenta la verdad prematuramente.”
- “Tómalas y convierte en hechos mis fantasías.”
- “Un beso es un secreto que toma los labios para el oído.”
- “Tengo una idea diferente de elegancia. No me visto como un petimetre, pero mi moral es impecable.”
- “Estar solo, ser libre. Que mis ojos destellen y mi garganta vibre. Ponerme, si me place, el sombrero al revés, batirme por capricho o hacer un entremés.”

13 de marzo de 1919, un siglo de la muerte de Fricis Barda, poeta letón.
Nacido el 25 de enero de 1880 en la localidad de Pociems, Fricis Barda llegó al mundo dentro de una familia numerosa, de la que él fue el tercero de nueve hijos, y de fuerte espíritu patriarcal y sentimiento religioso.
Su infancia transcurrió entre la escuela y el cuidado del ganado, por lo que en realidad conversó mucho más con el sol y las nubes, con el viento y los abedules blancos que aparecen en sus poemas, que con otras personas.
Una vez acabada la educación primaria, su padre no podía pagarla una educación superior, por lo que no desaprovechó la oportunidad que le daba una beca para estudiar en el Seminario de Profesores de Valka en Riga.
Trabajó como profesor durante unos años en la escuela parroquial de Katlakalns, hasta que marchó a Viena para ingresar en la Facultad de Filosofía. A su regreso trabajó en la Escuela Real y fue jefe del departamento de ficción de la revista Stari.
En 1915 contrajo matrimonio y se desplazó con su familia a Valmiera, donde dirigió una escuela secundaria, hasta que fue clausurada a causa de la ocupación alemana durante la Primera Guerra Mundial. Al finalizar la guerra, fue profesor de lengua y literatura letonas en la Universidad Técnica Báltica.
El primer poema publicado de F. Barda fue “El hilo de lluvia”, que se imprimió en el periódico “Rīgas Avīze” el 12 de noviembre de 1902. En 1911, apareció la primera colección de poemas “El Hijo de la Tierra”, dedicada a la memoria de su padre, siendo una de las obras más destacadas del neo-romanticismo letón. La representación de la poesía de F. Bardas se encuentra en pinturas visuales específicas, fácilmente perceptibles. Sin embargo, el lugar simple y común de la poesía de F. Bardas siempre existe en la perspectiva de la eternidad, la expansión cósmica. La segunda colección de poemas “Canciones y oraciones para el árbol de la vida” se publicó después de su muerte en 1923.

23 de marzo de 1819, dos siglos de la muerte de August von Kotzebue, dramaturgo alemán.
August von Kotzebue, nació, probablemente, el 3 de mayo de 1761 en Weimar, y falleció el 23 de marzo de 1819 en Mannheim.
Fue uno de los escritores de teatro más prolíficos de su tiempo. Es considerado uno de los representantes clave de la comedia y el juego de palabras. Extremadamente típico de este género es la disolución del conflicto dramático en una conclusión positiva o final feliz. Entre sus obras más conocidas e interpretadas hasta el presente se encuentran El odio y el remordimiento (1789), Los dos Klingsberg (1801) y La pequeña burguesía alemana (1803). Numerosos compositores pusieron música a sus textos y libretos, entre ellos Beethoven, Schubert y Lortzing. Además, Kotzebue escribió novelas, cuentos y poesía. Trabajó en traducciones, escritos autobiográficos e historiográficos, y también influyó en las preocupaciones políticas de la Ilustración tardía.
Aquí os dejamos algunos de sus pensamientos:
- Un instante de gozo del corazón vale más que dos horas de placer de los sentidos.
- La tenacidad es confundida frecuentemente con la obstinación.
- ¿Dónde puede tener la humanidad un templo más hermoso que en el corazón de la mujer?
- El interés es la rueda principal de la máquina del mundo.

24 de marzo de 1919, un siglo del nacimiento de Lawrence Ferlinghetti, poeta y editor norteamericano.
Lawrence Ferlinghetti (Lawrence Monsanto Ferlinghetti), nació el 24 de marzo de 1919 en Yonkers, Nueva York. Fue uno de los fundadores de la Beat Generation, en San Francisco, a mediados de los años cincuenta, siendo su librería, City Lights, uno de los lugares de reunión de los miembros de este movimiento y su brazo editorial el primero en imprimir los libros de poesía de los beatnik.
El padre de Ferlinghetti murió poco antes de que naciera Lawrence, su madre fue internada en un hospital psiquiátrico y una tía se lo llevó a Francia, donde pasó la mayor parte de su infancia. Más tarde, regresarían a los Estados Unidos, residiendo en una finca de Long Island, Nueva York. Ferlinghetti llegó a ser oficial de la armada de los EE. UU, durante la Segunda Guerra Mundial y, una vez finalizada esta, se graduó en la Universidad de Carolina del Norte, doctorándose en la Universidad de Columbia y en la Sorbona (Francia) en 1951.
En ese mismo año, Ferlinghetti se estableció en San Francisco, y en 1953 abrió la tienda de libros City Lights Pocket, que rápidamente se convirtió en un lugar de reunión para la vanguardia literaria de la ciudad. En 1955, la nueva editorial City Lights de Ferlinghetti publicó su colección de versos Pictures of the Gone World, que fue el primer volumen de bolsillo de la serie Pocket Poets. Howl and Other Poems (1956) de Allen Ginsberg se publicó originalmente como el cuarto volumen de la serie. City Lights Books imprimió otras obras de Ginsberg, así como libros de Jack Kerouac, Gregory Corso, Denise Levertov, William Burroughs, William Carlos Williams y otros autores no norteamericanos.
El estilo lúcido, afable e ingenioso de la poesía de Ferlinghetti se extendía en versos escritos a modo de conversación diseñados para ser leídos en voz alta, llegando a ser muy popular en los cafés y auditorios del campus por su capacidad de dar respuesta a los jóvenes descontentos. Su colección A Coney Island of the Mind (1958), con su notable poema “Autobiografía”, se convirtió en el libro más vendido por cualquier poeta estadounidense vivo en la segunda mitad del siglo XX. El poema largo Descripción tentativa de una cena ofrecida para promover el juicio político al presidente Eisenhower (1958) también tuvo un gran éxito. Sus poemas posteriores continuaron teniendo una orientación política, con títulos como Mil palabras temibles para Fidel Castro (1961), ¿Dónde está Vietnam? (1965), Tyrannus Nix? (1969), y ¿Quiénes somos ahora? (1976). Las colecciones retrospectivas de sus poemas se publicaron como Endless Life (1981) y These Are My Rivers (1995). En 1988, Ferlinghetti publicó una novela corta, Amor en los días de rabia, sobre un romance durante la revolución estudiantil en Francia en 1968.
A Far Rockaway of the Heart, una secuela de A Coney Island of the Mind, apareció en 1997. Dos años más tarde, publicó What Is Poetry?, un libro de poesía en prosa, que fue seguido de la colección How to Paint Sunlight (2001) y Americus: Part I (2004), una historia de los Estados Unidos en verso. En Poetry as Insurgent Art (2007), otro volumen de poemas en prosa, exhortó a regresar a la poética política de la banda de fuego de la generación Beat. El tiempo de la conciencia útil (2012) contiene poemas que analizan el estado de la cultura contemporánea. Algunas de sus meditaciones sobre viajes se recopilaron como Writing Across the Landscape: Travel Journals 1960–2010 (2015), y varios de sus intercambios con Ginsberg se publicaron como Te saludo al comienzo de una gran carrera: la correspondencia seleccionada de Lawrence Ferlinghetti y Allen Ginsberg, 1955–1997 (2015). Poco antes de cumplir 100 años, Ferlinghetti ha publicado la novela autobiográfica Little Boy (2019).
Leamos uno de sus más conocidos poemas:

A medida que envejezco A medida que envejezco percibo que la vida tiene la cola en la boca y otros poetas y otros pintores ya no encarnan para mí ningún tipo de competencia El cielo es el desafío el cielo que aún debe ser descifrado ese alto cielo ante el que caen agobiados los astrónomos con sus grandes orejas electrónicas ese cielo que nos susurra constante los secretos finales del universo el mismo que respira hacia adentro hacia afuera como si fuera el interior de una boca del cosmos el mismo cielo que es el borde de la tierra y del mar también el cielo de voces múltiples y ningún dios rodeando un océano de sonido que devuelve ecos como las olas que estallan en el murallón Poemas enteros diccionarios completos enrollándose en la explosión de un trueno Cada atardecer un cuadro instantáneo cada nube un libro de sombras a través de las que vuelan salvajes las vocales de los pájaros que llorarán repentinamente Ese firmamento para el pescador está despejado a pesar de las nubes oscuras Él lo observa lo estima por lo que es: el espejo del mar a punto de precipitarse sobre él en su bote de madera al filo del horizonte oscuro Nosotros lo imaginamos como un poeta siempre cara a cara con la vieja realidad donde los pájaros nunca vuelan antes de la tormenta No lo dudes él sabe lo que caerá desde las alturas antes de que amanezca él es su propio vigía en su embarcación atento al sonido del universo dando cuenta de las visiones de la tierra de lo viviente con su voz poderosa

27 de marzo de 1919, un siglo del nacimiento de Vicente Gaos, poeta español.
Nació Vicente en Valencia, en el seno de una familia de artistas e intelectuales, cuyas influencias tendrían mucho que ver en sus logros posteriores como poeta, crítico y ensayista.
Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid y se doctoró en la Nacional de México, ejerciendo como profesor de Literatura Española en diversas universidades europeas y norteamericanas.
Sus poemarios más reconocidos son: Arcángel de mi noche (1944), Sobre la tierra (1945), Luz desde el sueño (1947), Profecía del recuerdo (1956), Concierto en mí y en vosotros (1965), Un montón de sombras (1975) y Última Thule (1980). Así mismo, entre sus estudios publicados podemos destacar La poética de Campoamor (1955), Poesía y técnica poética (1955) y Temas y problemas de literatura española (1960). Y de los muchos premios recibidos subrayaremos el Adonais de 1943, el Ágora de 1963 o el Nacional de Poesía, en forma póstuma, en 1980.
Su biblioteca personal, con más de cinco mil volúmenes, fue donada por su hija a la Biblioteca Valenciana en 2017.
Leamos un poema de Vicente Gaos:

No, corazón, no te hundas No, corazón, no te hundas. Y vosotros, ojos, no queráis cerraros en llanto. La vida es mucho más larga, mucho más grande de lo que ahora supones, mucho más magnánima. ¿Te atreverás a decirle que te debe algo? Eres tú quien se lo debes todo. Y aún tendrás que deberle muchas cosas hasta que mueras, y la muerte misma es un deber que tienes hacia la vida. Agradece al tiempo que, mucho más sabio que tú, no apresure tus horas de dolor ni se demore en tus momentos de dicha, sino que te los mida con la misma igualdad, con la misma ecuanimidad generosa. Agradece al sol que siga saliendo puntualmente, ajeno por completo a ponerse al compás febril de tu pulso. Te quejas. Dices que sufres. Dices que no puedes más. Aún volverás a sufrir, y a amar, y a sufrir de nuevo, y a gozar otra vez y otra y otra. Sólo morirás una vez, eso es lo único que no podrá repetirse, pero la vida es una continua repetición. Te ha de dar todavía muchas ocasiones de equivocarte, y tú has de llegar aún a acertar con el buen momento, que el mundo te ha de volver a brindar como te lo ha brindado ya tantas veces. ¿Dices que estás solo? No es mirándote al espejo como encontrarás compañía. Coge el primer objeto que esté a tu alcance, un vaso, una flor o simplemente el periódico. Acarícialos, acarícialos. Levanta la vista, tiéndela alrededor tuyo. Sí, es verdad que no puedes ver los ojos que tú amas tanto. Por hermosos que sean no podrán compararse nunca con las estrellas (a pesar de los poetas románticos). Habla, habla, pero no contigo. Déjate de soliloquios y silogismos y sentimentales monólogos. Habla con el cartero, con el conductor del tranvía (aunque esté prohibido); habla con el niño que está jugando en la acera, vete a beber unas copas con el primer borracho de la esquina. ¿Creías que el mundo termina donde tú acabas? Tú eres ya no fin, pero ni siquiera comienzo de ninguna cosa. No eres comienzo ni de ti mismo. ¿Recuerdas a tu madre? No la compadezcas: ya murió, ya vivió, ya sufrió y gozó todo aquello que le tocó en suerte. Tú tienes todavía la de vivir, la de seguir vivo. No tengas ninguna prisa en morirte. No te esfuerces en buscar lo único que posees seguro.

28 de marzo de 1919, un siglo del nacimiento de Alain Bosquet, literato francés.
Anatole Bisk, alias Alain Bosquet, es un escritor francés de origen ruso, pues nació en Odessa (Ucrania) el 28 de marzo de 1919 y murió en París el 17 de marzo de 1998.
Hijo de Alexander Bisk, comerciante de filatelia y poeta, y Berthe Turianski, emigró con su familia a Bélgica en 1925, después de una estancia en Bulgaria, comenzando sus estudios de Filología Románica en la Universidad Libre de Bruselas en 1938 y, posteriormente, en la Sorbona. En 1939, fundó, junto con José-André Lacour, su primera revista literaria, Pylone.
Movilizado en 1940, hizo la guerra en el ejército belga, luego en el ejército francés. Fue encargado de editar el primer periódico de Charles de Gaulle, La Voix de France, en Nueva York, en 1942. Los Aliados le encomendaron la tarea de elegir las ciudades normandas para bombardear durante el aterrizaje y, para no demorar la invasión, decide destruir todas estas ciudades, entre ellas Valognes, pero nunca expresará ningún remordimiento, como dice en Les Fêtes cruelles. Aterrizó con el ejército estadounidense en Normandía en junio de 1944. De 1945 a 1951 fue asignado al consejo de control cuatripartito en Berlín.
En 1958, se fue durante dos años a los Estados Unidos donde trabajó como profesor de Literatura Francesa en la Universidad de Brandeis y, a su regreso, dio clases de Literatura Estadounidense en la Facultad de Letras de Lyon desde 1959 hasta 1960. Desde 1961 hasta 1971, fue director literario de Editions Calmann-Lévy. Durante todo este tiempo, compaginó su trabajo con la creación literaria tanto en la novela y la poesía como en el ensayo, llegando a ser un prolífico escritor, publicando, entre otros, Langue morte, La Confession mexicaine, Le Middle West, Pierre Emmanuel, Une Mère russe, L’Enfant que tu étais, Ni guerre ni paix, Les fêtes cruelles, Le Métier d’otage, y las tres novelas publicadas en solo tomo, Les Solitudes. Entre los principales libros de poemas, todos publicados por Gallimard, contamos Poèmes un, Poèmes deux, Sonnets pour une fin de siècle, Un jour après la vie, Le Tourment de Dieu, Bourreaux et acrobates, Je ne suis pas un poète d’eau douce.
Nacionalizado francés en 1980, fue elegido miembro de la Real Academia de Lengua y Literatura Francesa en Bélgica en 1986.
Para cerrar este trabajo, veamos tres pequeños poemas de Bosquet:

Futuro Serás puro: tres vestidos, una escudilla para recoger la limosna. Serás bueno: la mejilla, luego la otra mejilla para que te abofeteen. Serás fuerte: tu vida, luego la otra vida en la que te transformarás en dios. Serás humilde como un guijarro, como un pichón que sale del huevo. Serás lo que debes ser para alguna verdad, para algún amor, para algún orden invisible. Y serás recompensado, bestia de carga y de ensueños. Y serás castigado, animal cargado de piedras y de nada. Nunca serás tú mismo.

Fechorías del verbo Tengo el recuerdo de un recuerdo donde todo era rostro de rocío sol íntimo entre los dedos río puesto de rodillas para recibir una caricia tengo el recuerdo de un recuerdo donde eras precisa y pura y ahora es el poema quien te invita al suicidio porque según respiro te invento y te invento y te invento y nos pierdes a los dos por reinventarte.

Interrogación ¿Y con quién os pensáis que conversa una rosa? ¿Hacia quién creéis que va un perro solitario? ¿Habéis visto que alguno dé consuelo a una piedra que llora? El cielo azul, asentado en sus vértigos, ¿os creéis que soporta un silencio tan frío? No seáis inocentes: la silla siempre es viuda, la ceniza se queja de ser sólo ceniza ignorando de qué. Preguntad al cometa si a pesar de su brillo halla más soportable la vida que la muerte. Nosotros compartimos nuestros afectos con las cosas desvalidas, el polen trashumante, el lagarto espasmódico, el pedernal dormido; ¿pensáis que ellos aceptan tantas burlas y tantos falsos remordimientos?