Aunque en este apartado comentamos colecciones de relatos agrupados en un libro y en este caso el libro es una novela, sí lo incluimos en él ya que esa colección de cuentos aparece entre sus páginas: leyendas y cuentos populares de la Castellamare que Amedeo va recopilando en su cuaderno que se convierte en un personaje importante de la historia.

Esta es una de esas novelas que te hacen retroceder a una época de tu vida en la que todavía pensabas que la magia formaba parte del mundo. Y está narrada así, como en un cuento donde lo rutinario se mezcla sin más con lo increíble, la lógica con los milagros, la bondad con la crueldad y los sueños con la realidad.

Castellamare es una minúscula isla colocada en medio del mar Mediterráneo donde el ritmo de la vida tiene una languidez propia, pero lo suficientemente cerca de Sicilia (desde sus playas se ve Siracusa), como para no ser un punto olvidado y, por lo tanto, sufrir los mismos avatares del destino que el resto del planeta.

La historia comienza cuando Amedeo Espósito llega a la isla, justo en el día de la fiesta en honor a Santa Ágata para trabajar como médico de familia en la misma. De hecho, es el primer médico en la historia de Castellamare. Inmediatamente queda cautivado por la pequeña y extraña comunidad que habita en ella, por sus tradiciones, sus supersticiones, sus rituales… y por Pina, la maestra, con quien se casará y levantará un bar en la Casa en el borde de la noche, un viejo caserón donde crecen las buganvillas y al que acudirán los lugareños para tomar limoncello o arancello, picando algún que otro arancino, entre sus chismorreos o sus partidas de scopa, al mismo tiempo que Amedeo va recopilando en su cuaderno todas las historias y leyendas que le van contando los vecinos. Y así comienza una familia, cuyas cuatro siguientes generaciones, conformarán esta fábula a lo largo de la historia reciente de Europa.

El paisaje mediterráneo está omnipresente durante todo el relato, en los olores, los sabores, los sonidos… los personajes coloridos, dispares, a veces disparatados, y anclados en el pasado y recelosos de un presente que, poco a poco, los va devorando. Por la isla van pasando el ascenso y la caída del fascismo, la pobreza a causa de la guerra, la prosperidad del turismo y la cruel recesión de la crisis financiera. Al mismo tiempo van llegando el automóvil, la radio, la televisión, internet. Y vemos nacer, crecer, envejecer y morir a muchos de los protagonistas, degustando lentamente la evolución de la vida en sus cuerpos de ficción.

La isla de las mil historias (The House of the Edge of Night, en su original inglés) surge de una búsqueda exhaustiva de leyendas y cuentos populares sicilianos e italianos por parte de su autora, Catherine Banner, sobre todo a partir de tres autores: Giuseppe Pitrè, en quien se inspira el personaje de Amedeo Espósito, Laura Gonzenbach y el inolvidable Italo Calvino. Y gracias a su trabajo de ir hilvanando éstas con el argumento, ha conseguido crear un verdadero mundo de fantasía.

Amedeo encuentra en esta pequeña isla la familia que nunca tuvo en el continente. Criado en un asilo para niños expósitos de Florencia, al llegar a Castellamare descubre el calor de la gente, el afecto sincero, el agradecimiento y el amor, por lo que decide que ella será su tierra para siempre, y el dottore jamás volverá a saber lo que es la soledad.

El padre Ignazio advierte a Amedeo que “un lugar pequeño como este es una opresión… Todo aquel que lo visita sin haber nacido aquí, lo considera deliciosamente rústico… Pero cualquier persona nacida en Castellamare luchará por cualquier medio posible para salir de la isla”. Sin embargo, Amedeo, como forastero también romantiza la isla, pero a pesar de la tensión existente entre los nacidos en Castellamare y los que llegan como extraños, él se resiste a abandonarla.

Para Amedeo, su libro de historias es su posesión más importante, “llena de las vistas brillantes de otras mil vidas”. A causa de ellas podemos afirmar que La isla de las mil historias se inspira en el trabajo de muchos coleccionistas de cuentos populares italianos, incluido el doctor Giuseppe Pitrè. Y al igual que su padre, María – Grazia, debe esforzarse para imponerse como individuo en Castellamare durante su juventud, en parte por ser una niña, y en parte porque todo el mundo la ve como “la niña con aparatos ortopédicos”, sacando esa fuerza interior que ambos poseen.

Durante la década de 1920, el fascismo amenaza con dividir la isla, especialmente cuando Castellamare se convierte en una de las colonias de Mussolini destinadas a prisión. Los isleños reaccionan a esto de diferentes maneras. Unos pocos, como il Conte y el alcalde, colaborando abiertamente con el régimen, otros se apartan de lo que está sucediendo en un esfuerzo por mantener la paz con sus vecinos, como dice Gesuina, “todos tenemos que vivir juntos después de esto”, mientras que el grupo más rebelde, como Pina y María-Grazia, se niegan a mirar hacia otro lado.

Pero cuando llega la posguerra, el proceso de recuperación llevó finalmente a un período de prosperidad y paz. Sin embargo, muchos de los que ocuparon cargos de responsabilidad bajo el fascismo continuaron ocupando esos puestos después de la guerra, tanto en la pequeña isla como en el resto de Italia, por lo que algunos vecinos descontentos intentan levantarse “para sacudir el polvo de la guerra”, aunque al final se imponen los pensamientos más favorables a la reconciliación.

Y también, como en el resto de Italia, a mediados del siglo XX llega el turismo, trayendo de la mano una prosperidad a la isla que nunca antes se había conocido, lo cual, al principio, parecía una bendición, pero luego comienzan a aparecer los problemas derivados de ello.

Pero la vida continúa y en muchas familias, como en la Esposito, son las mujeres las que hacen sacrificios para permitir que las generaciones más jóvenes sobrevivan o prosperen. Es el caso de Pina, y de alguna manera de Maria-Grazia, quien desempeña un papel importante en la vida de su nieta, Maddalena a quien, en última instancia, le pasa el testigo. Las mujeres no solían ser parte de la “historia registrada” en los períodos que abarca este libro, y el libro es en muchos aspectos una “historia alternativa” de esos tiempos, centrada en las vidas de las mujeres de la familia Esposito.

El punto de partida de la novela fue la crisis financiera de 2008, y aquí es donde termina el libro. En el transcurso de la novela, La isla de las mil historias, tienen lugar dos guerras mundiales, el ascenso y caída del fascismo, el auge económico de los años 70 y 80, y noventa y cinco años de la historia personal de la familia Esposito, cuyos integrantes mantuvieron el negocio del bar durante cuatro generaciones.

En conclusión, aparte de las deliciosas pequeñas historias del acervo cultural que van apareciendo a lo largo del libro, esta es una novela de realidad que, como en un espejo, podemos mirarnos para hacernos cargo de todas esas pequeñas miserias y glorias que nos acompañan a lo largo de nuestra existencia, tocando los temas esenciales en el devenir cotidiano de cada persona.

Pero antes de concluir, permitidme unas palabras sobre la autora, Catherine Banner, quien nació en la ciudad inglesa de Cambridge, en el año 1989, estudiando en el Fitzwilliam College de su ciudad y marchando, al concluir, a Durham, donde trabajó como maestra. Con solo catorce años comenzó a escribir su primera novela para jóvenes, The Eyes of a King. Posteriormente editó la trilogía The Last Descendants. Su primera novela para adultos, La isla de las mil historias, se publicó en 2016, siendo traducida a más de veinte lenguas diferentes. Actualmente vive en Turín, Italia, con su marido.