Enero 2019, se cumplen cuatro siglos del nacimiento del poeta y articulista danés Anders Bording, tres de la muerte del escritor croata Petar Kanavelic, doscientos años de las muertes del escritor esloveno Valentin Vodnik y la escritora alemana Benedikte Naubert, cien desde que fallecieron el escritor estadounidense J. D. Salinger, el poeta y dramaturgo catalán Joan Brossa i Cuervo y del poeta húngaro Endre Ady, así como del nacimiento de la poeta y activista política armenia Silva Kaputikyan.

21 de enero de 1619, nace Anders Bording.
Anders Christensen Bording, nacido el 21 de enero de 1619 y fallecido a los cincuenta y ocho años de edad el 24 de mayo, fue un poeta y periodista danés notable por sus epigramas, baladas, poemas ocasionales y epístolas, así como por la publicación del primer periódico de Dinamarca, el mensual Den Danske Mercurius, escrito en verso completamente por él.
Entre 1642 y 1677, Bording escribió más de 200 poemas, incluyendo 44 pastorales, 37 elegías, 36 himnos, 34 poemas líricos, 18 políticos… además de los 14.700 alejandrinos que componen su periódico mensual Den Danske Mercurius (El mercurio danés). La diversidad de su producción y la amplitud social de la audiencia que tenía, le dieron una gran reputación. Antes, a partir de 1666, publicó, como ya hemos indicado, el periódico Den Danske Mercurius, llamado a ser el portavoz del gobierno hacia la población en general. Esta tarea, con la que durante once años aportó a sus lectores una comprensión única del mundo diverso y variado dentro y más allá de las fronteras del reino, le dio bastante fama entre el pueblo. Considerado el mejor poeta en el idioma danés, fue honrado como tal en la primera impresión de sus escritos completos.
De estilo puro y liviano evitando el barroquismo, construyó un puente entre el Renacimiento y el clasicismo del siglo XVIII, lo que hace que la mayoría de los poemas de Bording sean de fácil acceso para un lector moderno, pues él no consideraba que estaba realizando una misión literaria, religiosa o política, sino el trabajo de un ser humano que observaba atentamente el mundo abigarrado que lo rodeaba y que logró poner en su interior muchos aspectos diferentes de la vida.

16 de enero de 1719, muere Petar Kanavelić.
Petar Kanavelić fue un poeta croata nacido el 27 de diciembre de 1637 en Korcula y fallecido en la misma ciudad el 16 de enero de 1719 quien, así mismo, también fue un escritor épico y dramático y está considerado como uno de los grandes escritores croatas del siglo XVII.
Fue profesor y abogado, y en 1665 se convirtió en miembro del Gran Consejo de la ciudad de Venecia. Más tarde Canciller en Zadar, Dalmacia, donde trabajó en servicios para la inteligencia de la República de Dubrovnik.
La obra literaria de Kanavelić es una de las más variadas y diversas del siglo XVII y de la literatura croata. Escribió poemas en croata e italiano, tanto líricos y épicos, poesía conmemorativa y amorosa, poesía y alabanza conmemorativa de la boda, poesía y dramas épicos, humorísticos, satíricos, religiosos y narrativos. La huella conservada más antigua de la obra literaria de Kanavelić es una confirmación por escrito de 1660, que consiste en pagar 12 liras por el poema que cantó con motivo de la llegada del Director General de A. Cornar a la ciudad de Korčula en 1660; es uno de los pagos más antiguos registrados en la tarifa. Durante su estancia en Zadar, Kanavelić participó en la comedia italiana “La moglie di quattro mariti” del libretista veneciano Jacinto Andrey Cicognini. Como enviado provostiano, viajó mucho a Dalmacia y Dubrovnik, y conoció a muchos de los principales escritores e intelectuales de Dubrovnik (Nikola Bunić, Baro Better, Šiško Gundulić, Đuro Matijašević) y se convirtió en miembro de la Academia de Emisiones.

08 de enero de 1819, muere Valentin Vodnik.
Valentin Vodnik nació en Zgornja Siska el 3 de febrero de 1758 y falleció en Liubliana el 8 de enero de 1819. Fue sacerdote, traductor, ilustrador, maestro, lingüista, periodista y editor, pero sobre todo poeta.
En 1806, publicó la primera colección de poemas, considerada la primera de poesía eslovena. Coleccionó canciones populares y las tradujo. En 1809 publicó una colección de Canciones para los Brambians, la cual es una traducción de la poesía austríaca de Brahms. Su obra lingüística más importante es Gramática para la literatura (1811). Durante su estancia en las provincias ilirias, comenzó a escribir los primeros libros de texto eslovenos para colegios y alentar el uso del idioma esloveno en la escuela. En 1817, escribió el poema ” Ilirio del Salvador”.
Fue el primer verdadero poeta esloveno, pero la poesía ocupa una parte muy pequeña de su creación. Es reconocible por la poesía de montaña, bastante influenciada por el paisaje de su tierra. También es importante para el desarrollo de la prosa eslovena. Tradujo y escribió anécdotas humorísticas. Tiene una gran importancia en el desarrollo de publicistas, ciencias populares y libros de texto. Es el primer periodista esloveno, editor y escritor de libros de texto escolares. Y se interesó por una gran cantidad de otras disciplinas, como la arqueología, la numismática, la minería, la metalurgia, la botánica o la ornitología.

12 de enero de 1819, muere Benedikte Naubert.
Benedikte Naubert (Christiana Benedicta Hebenstreit), vino al mundo en la ciudad de Leipzig, el 13 de septiembre de 1752, muriendo en la misma ciudad a los sesenta y seis años de edad, un 12 de enero. Fue una escritora muy prolífica, escribiendo, siempre de forma anónima, cuentos populares, novelas históricas, de las que se cuentan más de cincuenta, y otras obras.
Su primera novela, Historia de Emma, hija de Carlomagno, apareció en 1785. También recopiló cuentos populares alemanes y leyendas artúricas, publicando con ellos cuatro volúmenes entre 1789 y 1793 con el título de Neue Volksmährchen der Deutschen (Nuevos cuentos alemanes), entre los que se encontraba el muy conocido El flautista de Hamelin. En 1795 apareció su novela sobre mujeres legendarias, Velleda, tras la que vendrían una gran cantidad, entre las cuales destacan Walter de Montbarry y Thekla de Thum. Incluso los hermanos Grimm se entrevistaron con ella antes de publicar sus famosos cuentos de hadas, pero la identidad de esta mujer no se reveló hasta 1817, cuando un artículo en un periódico desveló su personalidad sin su consentimiento, apenas dos años antes de morir.
Sus historias se situaban, por lo normal, en la época medieval, para cuya redacción se documentaba profusamente, algo que le ganó la admiración del propio Sir Walter Scott.

01 de enero de 1919, nace J. D. Salinger.
Jerome David Salinger, mundialmente conocido por su novela El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye), de la que encontraréis una Guía de Lectura en nuestro blog El Olmo Club de Lectura, nació en Nueva York el 1 de enero de 1919, de padre judío, Solomon Salinger, director de una empresa de importación de carne y quesos europeos, y madre cristiana, Marie Jillich, de ascendencia alemana. Salinger, al igual que el protagonista de su novela, Holden Caulfield, creció en la ciudad de los rascacielos, asistiendo a escuelas públicas y a una academia militar. Tras breves períodos en las universidades de Nueva York y Columbia, se dedicó por completo a escribir, y sus historias comenzaron a aparecer en publicaciones periódicas desde 1940. Después del regreso de Salinger del servicio en el Ejército de los EE. UU, comenzó a trabajar para la revista The New Yorker, que publicó casi todas sus historias posteriores, algunas de las cuales se basaban en sus experiencias durante la guerra: Para Esmé, con amor y sordidez (1950) describe el encuentro conmovedor de un soldado de los Estados Unidos con dos niños británicos; Un día perfecto para el pez plátano (1948) se refiere al suicidio del sensible y desesperado veterano Seymour Glass.
El mayor reconocimiento crítico y popular vino con la publicación de El guardián entre el centeno, cuyo personaje central, un muchacho sensible y rebelde, relata, en un lenguaje adolescente, su huida del mundo adulto “falso” en busca de la inocencia y la verdad y su colapso final en el sofá de un psiquiatra. El humor y el colorido lenguaje de El guardián entre el centeno lo ubican en la tradición de las aventuras de Mark Twain sobre Huckleberry Finn y las historias de Ring Lardner, pero su héroe, como la mayoría de los personajes infantiles de Salinger, ve la vida con una dimensión demasiado precoz. Nine Stories (1953), una selección de cuentos cortos de Salinger, aumentó su reputación. Varias de sus piezas publicadas presentan a los hermanos de la familia ficticia Glass, comenzando con la aparición de Seymour en Un día perfecto para el pez plátano y siguiendo en otras como Franny y Zooey (1961) y Levantad carpinteros, la viga del tejado y Symour: una introducción (1963), un libro compuesto por dos relatos protagonizados por la familia Glass y narrados por Buddy Glass donde estos niños tan introspectivos, influenciados por su hermano mayor, Seymour y, sobre todo, por su muerte, se debaten entre preguntas sobre la espiritualidad y la iluminación.
Salinger, en los últimos años de su vida, se convirtió en un hombre solitario y apartado de la sociedad, lo que hizo de su existencia personal una cuestión de especulación entre sus seguidores, y su pequeña producción literaria fue un tema de controversia entre los críticos. El último trabajo que Salinger publicó durante su vida fue una novela titulada Hapworth 16,1924, que apareció en The New Yorker en 1965. En 1974 se publicó The Complete Uncollected Stories de JD Salinger, una obra no autorizada en dos volúmenes de sus primeras piezas, pero las ventas se detuvieron cuando Salinger presentó una demanda por infracción de derechos de autor.
Salinger falleció en Comish, Nuevo Hampshire, el 27 de enero de 2010, y fue padre de la también escritora Margaret Salinger, autora de una biografía sobre su padre, El guardián de los sueños, y el actor Matt Salinger.

19 de enero de 1919, nace Joan Brossa i Cuervo.
Nacido en el barrio de Sant Gervasi de Barcelona, el 9 de enero de 1919 Joan Brossa i Cuervo quedó huérfano de padre cuando todavía era muy joven, viviendo su infancia con la familia materna. A los diecisiete años se alista en el ejército republicano y combate en el frente de Lleida durante la Guerra Civil. Una vez acabada la contienda, se ve forzado a el servicio militar en Salamanca, donde conoce a otros intelectuales catalanes, como Enric Tormo.
Ya de vuelta a su ciudad, entra en contacto con el mundillo artístico de Barcelona, entablando amistad con Joan Miró, Josep Vicenç Foix, quien le orienta sobre el aspecto formal de sus textos, Arnau Puig, Joan Ponç y Antoni Tàpies, con quienes participa en el único número de la revista Argol (1947), considerada la primera revista vanguardista tras la guerra. Poco tiempo después colabora en la revista surrealista y existencialista perteneciente al grupo artístico “Dau al Set”, con textos de automatismo psíquico sobre imágenes oníricas. A partir de este momento, y tras un periodo de investigación y experimentación, pone su interés en el género dramático, creando obras como Quiriquibú (1945), El crim (1945) y Nocturns encontres (1947), entre otras.
En 1951 publicó la colección de poemas Em va fer Joan Brossa, donde se puede detectar la influencia de su amigo, el poeta brasileño Joâo Cabral de Melo, en unas creaciones breves con una clara denuncia social y política. Cuatro años más tarde aparecerá El pedestal són les sabates, y continúa experimentando con el aspecto formal de la poesía: sonetos, odas sáficas, prosa poética, sainetes o teatro-cabaret, con títulos como: El poeta presenta quinze pantomimes (1956), Tríptic (1957), Vint-i-una odes, uns goigs, una dansa i un sonet (1958), Or i sal (1959) y Poemes civils (1960). Continuando, al mismo tiempo, la colaboración con Antoni Tàpies, Joan Ponç, entre otros artistas plásticos, mediante poemas, serigrafías o grabados.
Poco a poco llegará Brossa a la poesía visual mediante su rechazo a diferenciar la palabra y el objeto y que será integrada en sus creaciones a partir de finales de la década de 1950: Frègoli (1965), de esta forma rompe con las fronteras entre las diferentes materias artísticas, dando el salto de la palabra a la experiencia con la materia y los objetos, en lo que él denominó: “accions espectacle”. Por lo que el conjunto de su obra se podría estructurar en varios espacios creativos: obra poética, poesía escénica (obra dramática), poemas visuales, poemas objeto y poemas urbanos.
Joan Brossa i Cuervo falleció en Barcelona el 30 de diciembre de 1998.

20 de enero de 1919, nace Silva Kaputikyan.
Sirvard Kaputikyan nació el 20 de enero de 1919 fue una destacada poeta armenia, escritora, académica y activista pública. Es reconocida como “la poetisa líder de Armenia”. Vivió casi toda su vida en Ereván, la capital Armenia, donde estudió en la Facultad de Filología de la Universidad Estatal, realizando los cursos superiores del Instituto Gorky de literatura mundial. Publicó su primera colección de poemas en 1945, en la que estaba incluido el poema Una palabra a mi hijo, que se reconoce como uno de los más populares de Kaputikyan. Dos temas principales de sus obras fueron la identidad nacional y la poesía lírica. Kaputikyan, cuyos antepasados eran refugiados, recuerda su Calvario en “Hin karote” 1992. También escribió dos libros de viajes populares dedicados a sus visitas a las comunidades armenias. Sus obras fueron traducidas a varios idiomas y galardonada con los títulos oficiales de la RSS de Georgia (1980), los premios estatales de la URSS (1952) y la RSS de Armenia (1988), el premio italiano “nosside”, las órdenes de San Mesrop Mashtots (Armenia) y Olga “(Ucrania). Kaputikyan fue académica de la Academia Nacional de Ciencias de Armenia y miembro de International PEN. Murió en Ereván de un derrame cerebral, a los 87 años, el 25 de agosto de 2006.

27 de enero de 1919, muere Endre Ady.
Endre Ady, nacido el 22 de noviembre de 1877, en Érmindszent, Hung, dentro de los límites del antiguo imperio de Austria-Hungría, en el seno de una familia noble venida a menos, es considerado uno de los poetas más importantes de las letras húngaras, aunque toda su vida trabajó como periodista. Su primera publicación data de 1899, un volumen que pasó desapercibido titulado Versek, sin embargo, cuatro años más tarde, con Még Egyszer, ya comenzó a da muestras de su excepcional talento, algo que quedó patente en su próximo libro, Uj versek (1906), con lo que constituyó una fresca renovación del panorama literario de Hungría, bastante apagado durante el siglo XIX.
El propio Ady describió su obra como “los nuevos versos de una nueva era”, y en verdad que eran revolucionarios para su tiempo tanto en la forma, como en lenguaje, poco convencional y con una inusitada elección de adjetivos, o en contenidos, pues no escatimaba ataques violentos e insultantes contra su propio país, al que en realidad amaba, al considerarlo demasiado estrecho y materialista, desde que se marchó como corresponsal a París y tuvo otras perspectivas sociales, lo que le atrajo hacia su persona y creaciones una cierta indignación de los sectores más conservadores de la sociedad húngara. Sin embargo, nadie podía cuestionar la calidad de sus poemas. En este estado de cosas, se encontró de pronto en el medio de una lucha política, pues mientras los nacionalistas de derechas le atacaban con vehemencia, los radicales de izquierdas lo aclamaron como a un profeta. Todo ello provocó que Ady abandonara su tono insultante en sus trabajos posteriores, por lo que consiguió una mayor aceptación entre su pueblo y menos problemas con la censura.
El entendimiento de su país, de sus males sociales y políticos, y de los sufrimientos que había sido infligido por Primera guerra mundial le inspiró para encontrar nuevos medios con qué expresar el dolor y la ira. En ese momento su salud en quiebra, socavada por una vida bastante disoluta, resultó incapaz de superar la presión del trabajo duro y constante. Había publicado diez volúmenes de poesía en doce años, así como relatos cortos e innumerables artículos. Ady murió víctima de alcoholismo el 27 de enero de 1919, en Budapest, ya capital de Hungría.
El amor de Ady por el pueblo húngaro era sólo uno de sus temas, pero sus poemas de amor son sorprendentes en su originalidad y su enfoque místico hacia el amor físico. Sus poemas religiosos, que parecían blasfemos a muchos, revelan su búsqueda de Dios.
Para cerrar esta página, ¿qué tal un poema de Endre Ady?…
Mi madre y yo El pelo oscuro le esparcía chispas, el castaño ojo lucía en llamas, las caderas se mecían. Cegaba su altiva cara criolla. Esos ojos, lujuria, labios fresa, corazón, besos imbuidos en lágrimas. Hela así, la mujer más bella, mi joven madre. Bella fue tanto a fin sólo de darme en la preñez, de darme a luz, y luego que fuera el infierno. La maldición asentada en una descarada trenza; sólo a eso esta mujer es que es: a parir al más descarado hijo, al más triste. A parirle un vástago maldito a esta devastada tierra húngara; una voz nueva inválida, gaviota en máscara de alondra. Niña de ningún ojo es ahora ni la cabellera negra; renga y marchita mujer mi dulce buena madre. La desbandé hacia la ancianidad: nadie está lejos de ella tanto como, munido de descarriada vida, este triste y suyo hijo.