Primer día de mayo, corre el lobo y el verano.

El juego sobre efeméride de este mes de mayo va a ser un poco diferente, comenzando ya por el planteamiento…

Vamos a elegir los días con los siete primeros números primos del mes, en orden creciente, y, de cada uno de ellos, escogeremos una celebridad literaria nacida en él, pero, siempre hay un “pero”, los únicos datos que daremos sobre ella o él deberán deducirse a partir de un fragmento perteneciente a alguna de sus obras, de las cuales tampoco daremos más información que la que aparezca en el fragmento. Finalmente, os propondremos unas preguntas, con cuyas respuestas se obtendrá, ordenando algunas de sus letras, las cuales os iremos indicando, el título de una obra de Camilo José Cela, nacido también en mayo, hace ahora 102 años. Las ilustraciones que acompañan a los textos os pueden ayudar un poco…

Si mayo es reglado, ni frío ni achicharrado.

TEXTO 1º

De joven, yo trabajaba de cronista en un diario y daba vueltas en bicicleta todo el día en busca de sucesos que contar.

Después conocí a una muchacha, y entonces pasaba los días pensando cómo se habría comportado esa muchacha si yo me hubiera vuelto emperador de Méjico o si me muriese. De noche llenaba mis carillas inventando sucesos y éstos gustaban bastante a la gente porque eran mucho más verosímiles que los verdaderos.

En mi vocabulario tendré más o menos doscientas palabras, y son las mismas que empleaba para relatar la aventura del viejo atropellado por un ciclista o del ama que se había rebanado la yema de un dedo pelando papas.

 Así que, nada de literatura o de cualquier otra mercadería semejante: en este libro soy ese cronista de diario y me limito a referir hechos de crónica. Cosas inventadas y por eso tan verosímiles que me ha ocurrido un montón de veces escribir una historia y a los dos meses verla repetirse en la realidad. En lo que no hay nada de extraordinario. Es una simple cuestión de razonamiento: uno considera el tiempo, la estación, la, moda y el momento psicológico y concluye que, siendo las cosas así, en un ambiente equis, puede suceder tal o cual acontecimiento.

Estas historias, pues, viven en un determinado clima y en un determinado ambiente. El clima político italiano de diciembre de 1946 a diciembre de 1947. La historia, en suma, de un año de política.

Lluvioso mayo, seguro del año.

TEXTO 2º

¿Tiene que volver siempre la mañana?
¿No acabará jamás el poder de la Tierra?
Siniestra agitación devora las alas de la Noche que llega.
¿No va a arder jamás para siempre la víctima secreta del Amor?
Los días de la Luz están contados;
pero fuera del tiempo y del espacio está el imperio de la Noche.
–El Sueño dura eternamente. Sagrado Sueño.–
No escatimes la felicidad
a los que en esta jornada terrena se han consagrado a la Noche.
Solamente los locos te desconocen, y no saben del Sueño,
de esta sombra que tu, compasiva,
en aquel crepúsculo de la verdadera Noche
arrojas sobre nosotros.
Ellos no te sienten en las doradas aguas de las uvas,
en el maravilloso aceite del almendro
y en el pardo jugo de la adormidera.
Ellos no saben que tú eres
la que envuelves los pechos de la tierna muchacha
y conviertes su seno en un cielo,
ellos ni barruntan siquiera
que tú,
viniendo de antiguas historias,
sales a nuestro encuentro abriéndonos el Cielo
y trayendo la llave de las moradas de los bienaventurados,
de los silenciosos mensajeros de infinitos misterios.
Lo que en mayo se moja, en mayo se enjuga.

TEXTO 3º

La tarde bajaba por esa calle junto al puerto
Con paso lento, balanceándose, llena de olor,
Las viejas casas palidecen en tardes como ésta,
Nunca es mayor su harapienta melancolía
Ni andan más tristes de paredes,
En las profundas escaleras brillan fosforescencias como de mar,
ojos muertos tal vez que miran a la tarde como si recordaran,

eran las seis, una dulzura detenía a los desconocidos,
una dulzura como de labios de la tarde, carnal, carnal,
los rostros se ponen suaves en tardes como ésta,
arden con una especie de niñez
contra la oscuridad, el vaho de los dancings.

Esa dulzura era como si cada uno recordara a una mujer
Sus muslos abrazados, la cabeza en su vientre,
El silencio de los desconocidos
Era un oleaje en medio de la calle
Con rodillas y rostros de ternura chocando
Contra el 'New Inn', las puertas, los umbrales de color abandono.

Hasta que la muchacha se asomó al balcón
de pie sobre la tarde íntima como su cuarto con la cama deshecha

donde todos creyeron haberla amado alguna vez
antes de que viniera el olvido.
Quien en mayo no merienda, con los muertos se cuenta.

TEXTO 4º

Un hombre dispuso sus redes para cazar perdices, y cuando las aves cayeron en su trampa, el cazador llegó hasta ellas y comenzó a matarlas a medida que las desenredaba, mientras esto hacía, el viento le daba en la cara haciéndole llorar los ojos, y una de las perdices que estaba viva les dijo a las otras: “Ved, amigas, lo que hace este hombre. A medida que nos mata, tiene gran dolor por nosotras y por eso está llorando.” A lo que otra perdiz que le escuchaba, la cual parecía más lista que la primera, pues había evitado caer en la red, respondió: “Amiga, mucho agradezco a Dios que me haya guardado, y le ruego que me guarde a mí y a todas mis amigas de aquél que nos quiera hacer daño, aunque de a entender que le duele mucho hacerlo.”

En mayo hambre y rosas, mira qué distintas cosas.

TEXTO 5º

El mismo caudal de vida que corre, día y noche,
por mis venas, corre por el mundo y danza en compás rítmico.
Es la misma vida que salta de gozo por el polvo de
la tierra, en innumerables briznas de yerba, que
irrumpe en tumultuosas olas de hojas y de flores.
Es la misma vida que se mece en el Mar, cuna del
nacimiento y la muerte, en flujo y reflujo.
Y siento que mi cuerpo se glorifica al contacto de
este universo de vida; y me lleno de orgullo,
porque el latido de la vida de todos los siglos,
danza en este instante en mi sangre.
Por mayo ríos llenos, preludian grandes truenos.

TEXTO 6º

–No perdamos la perspectiva, yo ya estoy harta de decirlo, es lo único importante.

Doña Rosa va y viene por entre las mesas del café, tropezando a los clientes con su tremendo trasero. Doña Rosa dice con frecuencia leñe y nos ha merengao. Para doña Rosa el mundo es su café, y alrededor de su café, todo lo demás. Hay quien dice que a doña Rosa le brillan los ojillos cuando viene la primavera y las muchachas empiezan a andar de manga corta. Yo creo que todo eso son habladurías: doña Rosa no hubiera soltado jamás un buen amadeo de plata por nada de este mundo. Ni con primavera ni sin ella. A doña Rosa lo que le gusta es arrastrar sus arrobas, sin más ni más, por entre las mesas. Fuma tabaco de noventa cuando está a solas, y bebe ojén, buenas copas de ojén, desde que se levanta hasta que se acuesta. Después tose y sonríe. Cuando está de buenas, se sienta en la cocina, en una banqueta baja, y lee novelas y folletines, cuanto más sangrientos, mejor: todo alimenta. Entonces le gasta bromas a la gente y les cuenta el crimen de la calle de Bordadores o el del expreso de Andalucía.

–El padre de Navarrete, que era amigo del general don Miguel Primo de Rivera, lo fue a ver, se plantó de rodillas y le dijo: mi general, indulte usted a mi hijo, por amor de Dios; y don Miguel, aunque tenía un corazón de oro, le respondió: me es imposible, amigo Navarrete, su hijo tiene que expiar sus culpas en el garrote.

¡Qué tíos! –piensa–, ¡hay que tener riñones! Doña Rosa tiene la cara llena de manchas, parece que está siempre mudando la piel como un lagarto. Cuando está pensativa, se distrae y se saca virutas de la cara, largas a veces como tiras de serpentinas. Después vuelve a la realidad y se pasea otra vez, para arriba y para abajo, sonriendo a los clientes, a los que odia en el fondo, con sus dientecillos renegridos, llenos de basura.

Mayo hace el trigo y agosto el vino.

TEXTO 7º

Anoche soñé que había vuelto a Manderley. En mi sueño me encontraba ante la verja del parque, pero durante algunos momentos no pude entrar. Estaba cerrada la puerta con candado y cadena. En sueños llamé al guarda, pero nadie me contestó, y cuando miré detenidamente a través de los mohosos barrotes de la verja, vi que la caseta estaba abandonada.

No humeaba la chimenea, y las ventanucas y sus celosías bostezaban en su abandono. Entonces, como todos los que sueñan, me sentí de repente dotada de una fuerza sobrenatural y atravesé como un espíritu la barrera que me detenía. Serpenteaba el camino ante mí, retorcido y tortuoso como siempre, pero según avanzaba noté que había cambiado; ahora era estrecho y estaba descuidado, no como yo lo había conocido. Al principio me extrañó y no comprendí lo que había cambiado; pero cuando tuve que bajar la cabeza para no tropezar con una rama que cruzaba el camino, me di cuenta de lo ocurrido. La Naturaleza había reconquistado lo que fue suyo y, poquito a poco, con métodos arteros e insidiosos, había ido invadiendo el camino, extendiendo por él sus dedos, largos y tenaces. El bosque, siempre amenazador, incluso en tiempos pasados, había triunfado al fin. Oscura y salvaje, la vegetación llegaba hasta los bordes del camino. Las hayas, de tronco blanco y desnudo, se inclinaban las unas hacia las otras, y entrelazaban sus ramas en un extraño abrazo, formando sobre mi cabeza una bóveda, como nave de iglesia. Vi otros árboles mezclados con las hayas, que no reconocí: robles achaparrados y olmos retorcidos que habían nacido inopinadamente de la tierra silenciosa, junto a plantas y arbustos disformes, de los que tampoco me acordaba.

Si en mayo no vieras lodo, dalo por perdido todo.

PREGUNTAS

  1. Título de la obra del texto número 1 (2 palabras)
  2. Nombre del autor o autora (2 palabras)
  3. Nacionalidad (1 palabra)
  4. Título de la obra del texto número 2 (4 palabras)
  5. Nombre del autor o autora (1 palabra)
  6. Nacionalidad (1 palabra)
  7. Título de la obra del texto número 3 (4 palabras)
  8. Nombre del autor o autora (2 palabras)
  9. Nacionalidad (1 palabra)
  10. Título de la obra del texto número 4 (3 palabras)
  11. Nombre del autor o autora (3 palabras)
  12. Nacionalidad (1 palabra)
  13. Título de la obra del texto número 5 (3 palabras)
  14. Nombre del autor o autora (1 palabra)
  15. Nacionalidad (1 palabra)
  16. Título de la obra del texto número 6 (2 palabras)
  17. Nombre del autor o autora (3 palabra)
  18. Nacionalidad (1 palabra)
  19. Título de la obra del texto número 7 (1 palabras)
  20. Nombre del autor o autora (3 palabra)
  21. Nacionalidad (1 palabra)
El pez de mayo, a quien te lo pida, dalo.

TÍTULO ESCONDIDO

Son cinco palabras:

La primera tiene dos letras:

(la 8ª de la 1ª respuesta + la 5ª de la 2ª)

La segunda, siete letras:

(4ª de 13ª + 5ª de 2ª + 3ª de 4ª + 1ª de 15ª + 8ª de 1ª + 1ª de 15ª + 5ª de 2ª)

La tercera, dos letras:

(1ª de 20ª + 1ª de 18ª)

La cuarta, siete letras:

(3ª de 20ª + 5ª de 2ª + 7ª de 5ª + 3ª de 10ª + 5ª de 11ª + 5ª de 2ª + 8ª de 1ª)

La quinta, seis letras:

(1ª de 20ª + 5ª de 11ª + 5ª de 2ª + 1ª de 19ª + 1ª de 14ª + 1ª de 18ª)

Mayo entrando, un jardín en cada prado.