¿Cómo atrapas a un asesino cuando tú eres el principal sospechoso?

“Lo peor que le puede suceder a una persona no es perder la vida, sino perder la razón de vivir”. Le dice el psicólogo Aune a su amigo, el inspector Harry, en la página 444 de esta historia repleta de tensión, intrigas, violencia, muertes, misterio y todos esos elementos que hacen buena a una novela negra, y si a esto le añadimos la calidad literaria de su autor, tendremos en nuestras manos uno de esos libros que no se pueden dejar a medias ni para dormir.
Sin embargo, todavía tiene algo más, pues Némesis, la diosa griega de la justicia retributiva, un principio mediante el cual se propugna que la pena impuesta debe ser proporcional a la infracción cometida, es decir, “vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie”… en que se basa la Ley del Talión, es, por lo tanto, y así mismo, la diosa de la venganza. Y la venganza es la línea argumentativa de toda la trama.
Cuando una persona lo pierde todo, antes de hundirse definitivamente, busca desesperadamente un tablón donde aferrarse, aunque sea flotando a la deriva, algo bastante común en un gran número de existencias humanas, y la venganza tiene bastante de asidero, y un mucho de razón para seguir vivo. Tanto es así que la venganza ocupa un lugar extremadamente importante en la historia de supervivencia de la humanidad misma y en su desarrollo cultural.
Simplemente dando una vuelta por las diferentes creencias religiosas podremos comprobar que no hay dios que deje sin premio a quienes le obedecen ni sin castigo a quienes le contradigan… ¿y qué es el castigo sino un tipo más o menos refinado de venganza?… De allí parten todas las leyes humanas, por muy civiles y terrenales que se quieran aparentar, con su catálogo de diferentes condenas, sanciones y puniciones, mediante las que el bloque de ovejas bien encaminadas y enderezadas se vengan de las ofensas recibidas por las otras descarriadas.
Sin embargo, no solo de castigos se alimenta la venganza, pues hay otras formas más sofisticadas que nos permiten vengarnos de los demás, por ejemplo, el éxito… Qué placer debe sentirse al poder restregar por los morros a todos aquellos que nunca creyeron en ti el premio obtenido… ¿Y qué me decís de la bondad y el perdón?, eso sí que es la cumbre de la elegancia y el ensañamiento, pues ¿cómo debe sentirse alguien que siempre se ha portado mal contigo cuando, estando en tus manos su destino, le miras con indulgencia y le abofeteas con la compasión? ….
Pues sí, de todo esto sobre la venganza se habla, se razona, se palpa o se intuye en esta novela del noruego Jo Nesbꝋ, la cuarta en orden de edición sobre el detective Harry Hole [antes de ella se editaron El murciélago (1997), Cucarachas (1998) y Petirrojo (2000). Tras ella llegaron La estrella del diablo (2003), El redentor 2005), El muñeco de nieve (2007), El leopardo (2009), Fantasma (2010), Policía (2013)y La sed (2017)].
Todo comienza con una serie de robos bancarios en los que se despliega una violencia extrema que no tiene sentido, por lo que nuestro protagonista se plantea si realmente el móvil de estos delitos es realmente la sustracción del dinero o hay algo más detrás de ello. A partir de ese momento, la acción adquiere una intensidad que se va enhebrando mediante diversos casos con soluciones falsas hasta la brillante conclusión final. Es un verdadero encaje de bolillo brillantemente planeado por el autor quien despliega todo un artificio de juego psicológico que consigue enganchar a los lectores.

Este es el segundo libro de la Trilogía de Oslo y su trama comienza con el robo a un banco de esa ciudad en el cual, el atracador, cubierto con un pasamontañas, tras conseguir el botín, dispara sin más a la cabeza de una cajera. Hole y su compañera Beate Lꝋnn, una joven tímida, aunque brillante policía que posee la peculiaridad de no olvidar nunca un rostro, aunque lo haya visto solo durante unos segundos (giro fusiforme), ponen en duda la motivación del delito. Mientras tanto, Rakel, la novia de Harry, está en Rusia esperando la decisión de un juzgado sobre la custodia de su hijo, y Harry, en ese intervalo, se reencuentra con una antigua amiga, con quien pasa algunas noches, sin embargo, tras la última, de la que no recuerda nada, ésta aparece muerta con un disparo en la cabeza…
Harry Hole sigue el prototipo de los detectives modernos: un hombre justo repleto de defectos. Alcohólico en rehabilitación, recae con facilidad tras cada tropiezo en el trabajo. Sumamente desorganizado y con tendencia a la infidelidad, a pesar de estar enamorado de su novia y de querer al hijo de ella. En cambio, como policía tiene muchas cualidades, pues es decidido, sacrificado y odia la desigualdad y la corrupción, y si a esto le añadimos su ingenio y su físico: alto, delgado, rubio, con ojos azules y atractivo sin ser guapo, tenemos un personaje creíble y difícil de olvidar.

El polifacético Jo Nesbꝋ (músico, cantante, escritor), nació en Oslo el 29 de marzo de 1960 y escribió su primera novela, El murciélago, en 1997, dando comienzo así a una fértil producción de novelas negras, un total de veintitrés hasta el momento, que podemos agrupar en tres series: Comisario Harry Hole, Doctor Proctor (para un público juvenil) y Olav Johansen, además de otras obras independientes cuyo último lanzamiento ha sido la titulada Macbeth (2018). Podéis seguirlo en su página web: https://jonesbo.com o en su página de Facebook: https://www.facebook.com/jonesboauthor